Ahora que las empresas son cautas en sus inversiones, mientras las agencias amplían su oferta de la mano de las nuevas tecnologías, es normal plantearse qué servicios son imprescindibles y cuáles no.
Esto no hace más que abrir un nuevo campo de batalla a la que posiblemente sea la profesión publicitaria más antigua que existe: redactores creativos, copywriters, storytellers, community managers o como quieran llamarnos (según dicten la modas) hemos peleado por lo mismo desde que Gutemberg imprimiera sus primeros panfletos.
Por ello, me gustaría darte cinco razones, una vez más, para demostrarte que sí, que hoy nos necesitas tanto como hace quinientos años:
1. Porque todos sabemos escribir, igual que todos sabemos jugar al fútbol, pero ninguno de nosotros es capaz de marcarle un gol así a Inglaterra. Si tienes que escribir una cuña de radio, una web con todos sus apartados y SEO o los “simples” 140 caracteres de un tuit… ¿No será mejor que lo haga un profesional que se ha entrenado durante toda su carrera para hacer magia con las teclas?
2. Porque tú sabes más que nadie de tu negocio, igual que nosotros sabemos más que nadie del nuestro, que no es otro que venderte, elegir los argumentos que van a interesar, ilusionar, convencer o enamorar a tus clientes en cada momento concreto y, por supuesto, mostrárselos de la forma que le lleguen al alma o a la razón. Que es posible que, aunque no lo creas, tus 117 años de experiencia y la última tecnología WTF, no lleguen tanto como saber que “lo importante es poder hablar”.
3. Porque sabes qué traje ponerte en cada ocasión y no te plantarías correr una media maratón con mocasines Gucci, ni ir a la comunión de tu sobrino con un chándal de tactel. Pues bien, nosotros sí sabemos cómo es cada uno de tus públicos (¡sorpresa! No tienes solo uno) y, también, cómo se comporta ante cada medio y, precisamente por ello, sabemos cómo hablarles –cómo vestirte–, en cada ocasión.
4. Porque tu imagen de marca es lo más importante y tus palabras, tu forma de expresarte, son una parte fundamental de tu imagen de marca. Porque los escritores publicitarios no nos limitamos a construir discursos o escribir palabras, lo que hacemos es construir tu discurso y escribir tus palabras, generando una identidad de marca (que va más allá de elegir entre “tú” o “usted”), para que cualquier persona que lea un par de frases pueda reconocerte.
5. Y, sobre todo, porque quieres vender y esto, amigo, es para lo que nos hemos entrenado, para provocar reacciones en tu público objetivo, para que –sin necesidad de que lea “llama ahora” o “haz click aquí”– se mueva a tu ritmo… y conseguir esto no es la mano de Dios, es nuestro trabajo.
Juanma Soriano, creativo