La reputación de una empresa o institución se construye haciendo las cosas bien. La opinión que tienen de nosotros los demás y la confianza que hemos generado se debe a nuestro comportamiento, compromiso, profesionalidad, responsabilidad… Pero, además de hacerlo bien hay que comunicarlo. Hay una máxima que dice que lo que no se comunica, no existe.
Como empresario quieres que conozcan y valoren tu marca, que la prescriban y que tu producto o servicio se venda. Para eso es esencial la comunicación, que se ha convertido en una herramienta estratégica para que las empresas estén bien posicionadas en el mercado.
Un premio, un caso de éxito, un nuevo servicio o producto… Cualquier aspecto interesante o novedoso de tu empresa puede ser noticia en los medios de comunicación.
Pero esta presencia tiene que ser planificada a través de un Plan de Comunicación, que defina nuestros objetivos, la estrategia y las acciones a desarrollar a lo largo del año. De esta forma desarrollaremos con éxito nuestra política de comunicación, lo que nos ayudará a crear o reforzar nuestra imagen y reputación.
Ginés Bastida, Gabinete de Prensa