La Navidad puede gustar o no. Pero sus particulares anuncios siempre serán recordados por todos. Lo bonito es que algunos siguen manteniéndose con el paso de los años y otros tuvieron un gran éxito y siempre serán recordados.
Si damos un salto atrás hasta los ochenta, los anuncios en blanco y negro o con poco color y musiquitas pegadizas acompañaban a los juguetes que los treintañeros soñaban tener y los turrones que deseaban probar. Un pasito hacia delante y llegaron los noventa cargados de innovaciones tanto en color como en originales momentos que todos recordaremos con el famoso: “Hola soy Edu, ¡Feliz Navidad!”. Y el cambio de siglo con la ilusión y el frío que reparte el calvo más famoso de la Navidad. Seguro que sabéis de qué os hablo.
Las estrategias de publicidad cambian y evolucionan al igual que las estrategias de comunicación. Pero la Navidad, como cada año, llega cargada de regalos y también de estos pequeños tesoros que recordaremos con el paso de los años.
Lola Gracia Zaragoza, Departamento Digital