Las marcas se han convertido en la herramienta estratégica más poderosa del mundo, desde la cruz cristiana al “Yes we can”, de Obama, han pasado algunos años, pero hay conceptos que son inmortales, como es la coherencia de marca.
Los consumidores están expuestos a 6.000 impactos publicitarios diarios, por eso tenemos que buscar la forma de hacer destacar nuestra marca en este océano de posibilidades. Para ello hay que aprovechar cada oportunidad de comunicación para enamorar al cliente y generar confianza en él, así que es crucial que seamos coherentes con nuestro producto siempre, de lo contrario el consumidor nos será infiel con otra marca, más alta, más rubia y más guapa que la nuestra.
Así que hay que aprovechar cada oportunidad de comunicación para enamorar al cliente y convencerle de que su mejor elección es nuestra marca, así que la experiencia del consumidor deberá ser satisfactoria en todos los ámbitos de la marca y sólo podremos conseguir esto siendo coherentes en nuestro discurso.
Cada punto de contacto ofrece una oportunidad increíble de aumentar nuestra reputación, nuestra visibilidad o fortalecer la fidelización de la marca con nuestro cliente. Para ello, es crucial que tenga coherencia con nuestra marca, nuestros valores, con nuestro mensaje.
Desde la web corporativa, las tarjetas de visita, el spot en TV, la cuña de radio, la señalética en nuestras instalaciones o el uniforme del personal, deben ser coherentes con nuestra querida marca con independencia de que un cliente esté haciendo una compra a través de su iPhone, leyendo un post, visitando nuestro perfil en Twitter… Porque los canales de comunicación son numerosos, nuestra marca debe estar bien representada y de una manera coherente en cada uno de ellos.
¿De qué serviría hacer una campaña de comunicación en un tono cercano y humano si los clientes que visiten nuestra web (que ya te aviso serán la mayoría) se encuentran con un mensaje y un tono frío, corporativo y distante? La marca necesita de un lenguaje, de un tono, de un estilo único en todos los ámbitos del negocio.
En definitiva, ¿cómo podríamos conseguir coherencia de marca?
Paso 1: Tener una estrategia de marca con una idea, unos valores y un mensaje definidos.
Paso 2: Invertir y darle cariño a todos los puntos de contacto con mi cliente, es decir diseñar una experiencia de marca en todos los ámbitos de mi empresa.
Paso 3: Crear un sistema de identidad de marca unificado.
Paso 4: No mientas nunca a tu cliente para que la relación crezca sana y feliz y, así, ser el yerno que toda suegra quisiera tener.
Solo esto. Todo esto.
Jesús Delorenzo, diseñador de marcas