Hace unos días me encontré con un caso que me parecía interesante compartir con vosotros, pues es probable que a más de uno os haya pasado algo semejante y que juntos podamos evitar que nos pase de nuevo.
Se trata de la experiencia de la gerente de una tienda de muebles de alta gama que, en busca de generar tráfico a su tienda y fomentar las ventas, decidió realizar una exposición de arte en la misma. Como ocurre con cualquier evento, la conceptualización y puesta en marcha de la idea le habían llevado mucho tiempo, esfuerzo y, por supuesto, algo de inversión económica, y a pesar de que consiguió que muchos clientes pasaran por la tienda, su percepción era negativa porque no había conseguido traducir esas visitas en ventas directas.
Particularmente creo que la idea de esta mujer fue muy valiente y adecuada. Supo ver el problema, e innovar y arriesgar para combatirlo. Y además, lo hizo con una buena idea, perfectamente orientada hacia su target. Sin embargo, le faltó saber orientar el evento hacia sus objetivos. Se olvidó de vender.
¿Cómo orientar nuestro evento hacia las ventas? Os doy 4 pautas básicas.
– Filtra la lista de invitados: no te obsesiones con atraer mucha gente a tu evento. No porque haya más gente venderás más. Segmenta e invita directamente a quienes tengan verdadera potencialidad
– Orienta el escenario hacia las ventas: prepara el entorno/escenario en el que celebrarás el evento de modo que aquello que quieres vender quede perfectamente destacado (nuevos productos, servicios o marcas; dirección de tu tienda online…).
– Ofrece un reclamo a los asistentes: prepara alguna oferta o promoción especial para los invitados.
– Haz un seguimiento posterior al evento: contacta con tus invitados para agradecerles su visita y recuérdales ese reclamo que les ofreciste.
Y vosotros, ¿habéis vivido alguna experiencia semejante? ¡Compartidla con nosotros!
Ester Sánchez-Valverde, ejecutiva de cuentas
Imagen vía Google