Preservar la reputación de nuestra empresa o institución es vital. De la percepción que tengan de nosotros nuestros clientes o ciudadanos dependerá, en gran medida, la supervivencia de nuestra empresa.
Todas las compañías estamos expuestas a posibles situaciones de crisis derivadas de nuestra actividad (accidentes, conflictos laborales, informaciones en medios no contrastadas o inciertas, etc). Prevenirlas y reaccionar de forma adecuada son claves para superar una crisis de reputación.
Para ello hay que prepararse previamente, estudiar las posibles situaciones que se pueden generar y las acciones a desarrollar para minimizar las consecuencias. Al igual que las compañías realizan un Plan de Prevención de Riesgos para evitar accidentes y saber reaccionar de forma rápida, reduciendo las consecuencias, las empresas deberían tener entre sus objetivos un Plan o Manual de Crisis elaborado, siempre, por un profesional de la comunicación o con su asesoramiento.
Esto permitirá reaccionar de forma rápida, tomar las riendas de la comunicación y evitar que los demás hablen por nosotros. Así ofreceremos información contrastada en el momento adecuado, evitaremos rumores, y transmitiremos, a nuestros clientes y consumidores, control, confianza y seguridad.
Gestionar una crisis de forma adecuada nos permitirá preservar nuestra reputación e, incluso, reposicionar nuestra imagen y fortalecerla.
Ginés Bastida, Gabinete de Comunicación