No es nuevo, pero está de moda. En un mercado cada vez más marcado por las experiencias, la formación a clientes se está imponiendo como una herramienta muy interesante y recurrida con la que ofrecer un valor añadido a nuestros clientes.
A continuación, te propongo algunas pautas básicas si estás pensando en sumarte a esta tendencia:
– Elige bien el tema: busca un tema relacionado con tu marca y de interés para tus clientes.
– Elige bien a la persona que dará la formación: busca a alguien que domine el tema del que hablarás, pero que a su vez sea un experto comunicador y representante de tu marca. Si esa persona no está en tu organización, o incluso como apoyo, puedes pedir su colaboración a partners o proveedores de confianza que aporten más valor a tu marca.
– Busca un espacio óptimo para el evento: busca un espacio dentro o fuera de tus instalaciones que logística y conceptualmente se adapte a tus requerimientos.
– Cuida la fecha y el horario del evento: piensa qué días y horarios serán óptimos para tus clientes.
– Aforo reducido: forma grupos pequeños que favorezcan una atención personalizada.
– Reserva tiempo para interactuar con tus clientes fuera de la formación: espacios en los que podáis conversar y conoceros.
– Aprovecha para venderte: más allá del producto o servicio en torno al cual vayas a centrar la exposición, vende todo aquello que quieras que conozcan de tí. No han ido allí para conocerte, pero no pueden marcharse sin hacerlo.
– Premia su asistencia: obséquiales de alguna forma u ofréceles un descuento u oferta especial por su asistencia.
– Recoge información sobre sus opiniones al cierre del acto: pide a los asistentes que valoren el acto y te propongan mejoras para los siguientes.
– Recoge información de contacto y personal de los asistentes: email, teléfono, fecha de cumpleaños… cualquier dato que pueda ser de interés para tu base de datos.
– Haz un seguimiento comercial posterior: no dejes morir la relación con los asistentes que acaba de nacer. Desarrolla una estrategia táctica de acciones sobre ellos.
– Y por supuesto, mide el retorno de la acción: ¿has conseguido aumentar tus ventas? ¿Has fidelizado clientes? ¿Has activado nuevos? Valora, analiza y corrige para seguir creciendo.
Ester Sánchez-Valverde Giménez, ejecutiva de cuentas