Recientemente la plataforma social Instagram indicaba su intención de ampliar el test realizado de eliminación de la visibilidad de los likes a todo el mundo y, por lo visto hasta el momento, está funcionando.
Starting today, we’re expanding our test of private like counts globally. If you’re in the test, you’ll no longer see the total number of likes and views on photos and videos posted to Feed unless they’re your own. pic.twitter.com/DztSH0xiq2
— Instagram (@instagram) November 14, 2019
En breve, en el próximo año ya no podremos ver los likes otorgados a las publicaciones de los demás, solo a las nuestras.
Las consecuencias del cambio
Las consecuencias ya se están notando en aquellos países donde se está experimentando este nuevo formato, y es que empresas e influencers tienen esta forma de medición pública como un reclamo para sus intereses comerciales.
Para los influencers la más inmediata es que al desaparecer de la vista los ‘likes’ que ha tenido su publicación, para saber si realmente es un auténtico “gurú” de masas tendremos que profundizar más en cada una de las publicaciones, analizando la interacción con su comunidad a través de los comentarios (el famoso engagement), ya que será la única forma de otorgar una medición visible ante la sociedad y ante las marcas al respecto de su cuenta y sus publicaciones.
Esto genera más trabajo al influencers y una mayor necesidad de adecuar las entradas a su verdadero público.
A raíz de esto muchos de ellos han bajado ya su actividad (en los países dónde ha desaparecido ya el like visible) al tener que trabajar más sobre sus publicaciones.
A su vez, esta necesidad de mayor trabajo nos lleva a las agencias de publicidad a tener que vender el papel de estos prescriptores con otros (y mucho mejores) criterios. Bienvenido sea porque el mercado se estaba distorsionando en exceso (¿burbuja?) al aparecer influencers (y representantes) que en realidad no lo eran, ya que su única medición era el número de seguidores o el número de likes de una publicación sin tener en cuenta el verdadero poder de atracción. Todos recordamos el caso de Arii, la influencer norteamericana con más de 2 millones de comunidad que no vendió 36 camisetas.
Deberemos, agencias e influencers, demostrar el poder real de prescripción y la capacidad de influencia real para una comunidad concreta, no bastarán los superficiales números, por grandes que estos sean. Bienvenido sea.
El like ha muerto, viva el like.
Javier Franco, Director de proyectos