Con la generación equis hipertecnificada, los millennials llegando a la madurez y la generación zeta terminando la universidad y con ganas de tomar los mercados, cualquier agencia de publicidad necesita estar al tanto de las últimas tendencias e innovaciones en el ámbito digital para conectar con un público que trabaja, consume y vive online.
Desde Portavoz hemos analizado algunas de las tendencias, o mejor dicho, de las realidades que ya están marcando la diferencia entre las marcas más valientes y que cualquier agencia de marketing digital debe saber aprovechar.
Lo quiero ya
Los seres humanos somos ansiosos. No sabemos si vamos a querer algo, ni cuando lo vamos a querer, pero lo que sí sabemos con seguridad es que, cuando llegue el momento, lo vamos a querer ahora.
Esta es la clave del primer grupo de tendencias que hemos analizado. Por un lado tenemos la economía de la suscripción, cuya punta de lanza la encontramos en plataformas como Netflix y Spotify. Lo tenemos todo a nuestra disposición y lo consumiremos cuando nos venga en gana, sin necesidad de renovar la compra.
Esta tarifa plana, que parece tan evidente para los contenidos digitales (películas, música, libros…), se está imponiendo también en otros sectores de consumo, como alimentación, ropa… en forma de cupones o cuotas fijas que permiten ir consumiéndolos poco a poco, sin tener que renovar la compra y sabiendo que te llegará a casa cuando tú lo deseas.
Esta necesidad de inmediatez, ha propiciado una revolución logística que se ha convertido en la segunda gran revolución del e-commerce: el primero que te lleve a casa tu compra será el ganador, por ello el transporte se ha convertido en la variable fundamental del mix para las agencias de marketing digital y la entrega en 24 horas el mejor reclamo publicitario, como es el caso de Amazon Premium.
Entre usuarios nos entendemos
La llamada economía colaborativa se está imponiendo, no solo a la hora de tomar decisiones –de vacaciones, ya nos fiamos más de TripAdvisor que de Lonely Planet– sino que también, cada vez más, a la hora de generar modelos de negocio. Uber y Airbnb son un claro ejemplo de estos nuevos modelos, donde preferimos la economía, la facilidad de reserva y de compra (sin manejar dinero físico), así como de trasladar las reclamaciones, algo que garantiza la calidad del servicio.
Más allá de las polémicas que existen alrededor de estos servicios, esta filosofía se está imponiendo en todo el mundo, y expandiéndose a otros sectores, como compra y venta de segunda mano, haciendo que sea un modelo a tener muy en cuenta para cualquier compañía que quiera crecer en el desarrollo de estrategias de marketing digital.
De influencer a prosumer
Esta desconfianza hacia los mensajes publicitarios y excesivamente dirigidos por las marcas queda patente a la hora de analizar los niveles de eficacia de los influencers tradicionales. Los consumidores están dejando de creérselos, por lo menos cuando recomiendan una marca. Esto no significa que pierdan seguidores, ya que estos seguidores buscan sus contenidos no su publicidad, pero están aprendiendo a desconectar del “bloque publicitario”, del mismo modo que se hace en la televisión cuando sale la careta del programa de turno.
Frente a esta pérdida de poder de los influencers existe un nuevo grupo que se está convirtiendo en el prescriptor preferido de los consumidores: no tienen grandes masas de seguidores, pero los consumidores buscan activamente sus opiniones y escuchan sus consejos: son los prosumers, consumidores que opinan acerca de lo que han consumido.
Los consumidores están dejando de creer a las recomendaciones de los influencers @PortavozDigital
No tienen por qué ser expertos, son consumidores como tú y como yo, el compañero de trabajo que te aconseja una tabla de surf que se acaba de comprar o la vecina que te recomienda una marca de canelones porque sus hijos se la comen mejor… solo que ahora los encuentras en Youtube y Twitter, por lo que puedes informarte de cualquier marca.
Detectar y gestionar a estos micro-influencers es ya una labor clave para cualquier agencia de marketing digital, hasta el punto de generar comunidades –Brand communities– en torno a la marca, para intentar capitalizar su influencia y su fidelidad.
Boot Markerting
El incipiente desarrollo de la inteligencia artificial y el big data nos ofrece multitud de aplicaciones en el campo del marketing y una de las más interesantes está en la capacidad de mejorar la atención al cliente.
En un mundo en el que la información se mueve tan rápido, que seamos nosotros los que nos convirtamos en la primera referencia nos dará una oportunidad competitiva frenta a Google, redes sociales, prosumers y otras fuentes no controladas.
La capacidad de análisis del big data nos permite poder encontrar casos parecidos a gran velocidad y ofrecer respuestas inmediatas. Para ello, el whatsapp marketing se convierte en una herramienta muy interesante y que, ahora, puede ser gestionada desde una inteligencia artificial, siendo nosotros los que ofrezcamos la primera respuesta, 24 horas al día y 7 días a la semana.
Además, esta capacidad analítica, unida a los sistemas de geolocalización de los teléfonos móviles, nos ofrece otras posibilidades más que interesantes, como el remarketing de nuestras ofertas cuando la persona se encuentre cerca de un punto de venta o cuando esté buscando servicios parecidos en la red.
Posibilidades, estas, que ya están demostrando resultados más que prometedores en las estrategias de las agencias de marketing digital.
¿Las máquinas controlarán el mundo…del marketing?
Analizando todas estas tendencias, y muchas más para las que no hemos tenido espacio en este artículo, podría parecer que la ciencia ficción ya se ha hecho realidad y que nos introducimos en un futuro distópico en el que pronto las máquinas se revelarán y se harán con el control del planeta o algo peor.
Nada más lejos de la realidad, ya que la última decisión de compra y disfrute será tomada por las personas y para las personas. Por ello, la última tendencia que hemos querido destacar, y que está tomando mucha fuerza en los países más desarrollados es la desintoxicación digital: la necesidad que tenemos de desconectar de la tecnología buscando un espacio más humano: retiros anti-tecnología, deportes de aventura, culto al cuerpo, festivales en familia, auge de la gastronomía y lo eco… son propuestas que cada vez ganan terreno entre los consumidores y en las que la tecnología pasa a un segundo plano.
Lo que sí es cierto es que para una agencia de publicidad está tecnología está facilitando mucho las relaciones con el público objetivo, generando nuevas oportunidades de contacto y consiguiendo que los mensajes y las relaciones entre una marca y sus consumidores sean mucho más acertadas y rápidas… incluso para comunicar, vender y compartir estas experiencias de desconexión.
Juanma Soriano, Creativo en Portavoz